Descubrir la existencia de una relación parasítica a partir de fósiles es difícil, ya que para ello se necesita de la evidencia de la presencia del hospedador y del parásito, además de que es necesario poder demostrar esta relación. Debido a esto, el registro fósil de avispas parasitoides se restringe casi exclusivamente a adultos aislados, con pocos ejemplos de larvas atrapadas en ámbar junto a sus huéspedes.
El único registro de una supuesta avispa parasitoide fósil dentro de su hospedador se halló en la región de Quercy en Francia y tiene una antigüedad de aproximadamente 30 a 40 millones de años.
Un equipo de investigadores liderados por el Instituto de Tecnología de la Universidad de Karlsruhe (Alemania) ha usado microtomografía de rayos X de un sincrotrón de alto rendimiento para examinar 1510 crisálidas de moscas del Paleógeno (Terciario temprano) que se encontraban mineralizadas y que fueron halladas en Francia. Los científicos han conseguido identificar hasta 55 eventos de parasitación, llevados a cabo por hasta cuatro especies de avispas distintas. También se han obtenido datos sobre su morfología e información ecológica.
Todas las especies se desarrollaron como endoparasitoides solitarios dentro de sus hospedadores. El hallazgo se publica en la revista Nature Communications. Las especies descritas son Xenomorphia resurrecta, Xenomorphia handschini, Coptera anka y Palaeortona quercyensis. Todas la especies presentaban diferentes adaptaciones morfológicas, pero destinadas a explotar a un mismo hospedador en un mismo hábitat.
Por ejemplo, los autores señalan que C. anka y P. quercyensis muestran alteraciones en sus antenas, alas y pecíolo (la estrecha ‘cintura’ que separa el abdomen del tórax), lo que hace que estén mejor provistos para un estilo de vida más terrestre en comparación a las dos especies de Xenomorphia.
La reconstrucción de una hembra de Xenomorphia resurrecta (Thomas van de Kamp et. al) |
El único registro de una supuesta avispa parasitoide fósil dentro de su hospedador se halló en la región de Quercy en Francia y tiene una antigüedad de aproximadamente 30 a 40 millones de años.
Un equipo de investigadores liderados por el Instituto de Tecnología de la Universidad de Karlsruhe (Alemania) ha usado microtomografía de rayos X de un sincrotrón de alto rendimiento para examinar 1510 crisálidas de moscas del Paleógeno (Terciario temprano) que se encontraban mineralizadas y que fueron halladas en Francia. Los científicos han conseguido identificar hasta 55 eventos de parasitación, llevados a cabo por hasta cuatro especies de avispas distintas. También se han obtenido datos sobre su morfología e información ecológica.
Microtomografía de rayos X de las pupas fosilizadas en la que se puede ver a las avispas parásitas desarrollándose dentro de la pupa de su hospedador
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Todas las especies se desarrollaron como endoparasitoides solitarios dentro de sus hospedadores. El hallazgo se publica en la revista Nature Communications. Las especies descritas son Xenomorphia resurrecta, Xenomorphia handschini, Coptera anka y Palaeortona quercyensis. Todas la especies presentaban diferentes adaptaciones morfológicas, pero destinadas a explotar a un mismo hospedador en un mismo hábitat.
Por ejemplo, los autores señalan que C. anka y P. quercyensis muestran alteraciones en sus antenas, alas y pecíolo (la estrecha ‘cintura’ que separa el abdomen del tórax), lo que hace que estén mejor provistos para un estilo de vida más terrestre en comparación a las dos especies de Xenomorphia.
Noticia sacada de sinc
Referencia original:
Van de Kamp, T., Schwermann, A.H., dos Santos Rolo, T., Lösel, P.D., Engler, T., Etter, W., Faragó, T., Göttlicher, J., Heuveline, V., Kopmann, A., Mähler, B., Mörs, T., Odar, J., Rust, J., Tan Jerome, N., Vogelgesang, M., Baumbach, T. & Krogmann, L. 2018, "Parasitoid biology preserved in mineralized fossils", Nature Communications, vol. 9, no. 1.
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